viernes, 6 de julio de 2007

LA LÚDICA Y EL DESARROLLO DEL SER DESDE EL VIENTRE MATERNO


LA LÚDICA Y EL DESARROLLO DEL SER DESDE EL VIENTRE MATERNO
Carlos Alberto Jiménez V.

A manera de Síntesis:

La lúdica como experiencia cultural es una dimensión transversal que atraviesa toda la vida, no son prácticas, no son actividades, no es una ciencia, ni una disciplina, ni mucho menos una nueva moda, sino que es algo inherente al desarrollo humano en toda su dimensionalidad psíquica, social, cultural y biológica. Desde esta perspectiva la lúdica está ligada a la cotidianidad, en especial, a la búsqueda del sentido de la vida.

Las experiencias lúdicas son una serie de actitudes y de predisposiciones que atraviesan toda la corporalidad humana. Son procesos mentales, biológicos, espirituales que actúan como transversales fundamentales en el desarrollo humano. En síntesis son cascadas de moléculas de la emoción* que producen una serie de afectaciones cuando interactuamos espontáneamente con el otro.

La lúdica es una forma de estar en la vida, de relacionarse con ella, en “espacios” y “ambientes” en los que se produce interacción, entretenimiento, disfrute, goce y felicidad, acompañados de la distensión que generan actividades simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, la escritura, el arte, el descanso, la estética, el baile, el amor, el afecto, las ensoñaciones, la palabrería. Inclusive todos aquellos actos cotidianos como “mirar vitrinas”, “pararse en las esquinas”, “sentarse en una banca”, son también lúdicos. Es necesario aclarar al respecto que el elemento en común de estas prácticas culturales, es que en la mayoría de los casos, actúan sin más recompensa que la gratitud y la felicidad que producen dichos eventos. Es en este sentido cuando la mayoría de los juegos son lúdicos, pero la lúdica no sólo se reduce al juego.

Las prácticas lúdicas como el juego y la sexualidad humana es donde mayor secreción de sustancias endógenas como las endorfinas se produce. Estas moléculas mensajeras, según la Neurociencia, se encuentran asociadas al placer, al goce, a la felicidad, a la euforia, procesos que hacen parte esencial de la búsqueda del sentido de la vida por parte del hombre.

Los procesos lúdicos del ser humano se inician desde el ambiente intrauterino, específicamente a partir de sus fases embrionarias las cuales se inician cuando el feto juega con el cordón umbilical, con sus manos, con el ritmo de su cuerpo, cuando patalea al unísono con la voz de la madre. Al respecto, las evidencias también sugieren que se ríe en forma espontánea.

Por otra parte, es necesario aclarar que los vínculos afectivos entre la madre, el padre y el feto deben comenzar desde el nicho intrauterino, a través de los susurros del lenguaje cuando la madre le habla al vientre, le canta o le narra cuentos. A pesar de que el oído del niño se desarrolla después de la semana veinticuatro, el “niño intrauterino*” desde su fase embrionaria tiene la posibilidad de sentir diferentes sonidos a través de todo su cuerpo, ya que la médula espinal sirve de puente entre los nervios auditivos (en proceso de maduración), y todo el cuerpo humano. Este proceso se desarrolla a través de todas las moléculas de la emoción que invaden la totalidad física y psíquica del niño.

Otros sonidos que estimulan enormemente el desarrollo cerebral del feto se refieren, entre otros, a los siguientes: sonidos peristálticos del intestino de la madre, sonidos del fluir del oxígeno de los pulmones de la madre, sonidos del movimiento del agua salada del líquido amniótico, sonidos del exterior. Si no existen este tipo de estimulaciones físicas y de procesos afectivos entre la madre y el niño intrauterino, no habrá maduración de los circuitos neuronales y emocionales, produciendo un trauma a nivel del sistema inmunológico – endocrino y nervioso, el cual repercutirá necesariamente en trastornos del comportamiento y el desarrollo, y daños neurofisiológicos que pueden originar muchos problemas de origen mental.*

En este orden de ideas podríamos afirmar que la secreción neurohormonal excesiva de la madre embarazada (depresión, ansiedad, malos hábitos, etc.) produce un “niño intrauterino” cuyo sistema nervioso autónomo se encuentra sobrecargado, de sustancias endógenas y exógenas, originando de cierta forma un organismo demasiado propenso a las dificultades de la hiperactividad y del aprendizaje. Estos problemas del desarrollo y del comportamiento pueden ser desencadenados por acontecimientos externos, especialmente en las primeras fases del desarrollo humano, ya que existen alteraciones de la química cerebral y corporal, debido a los neuropéptidos (moléculas de la emoción), no sólo son producidos por el cerebro humano, sino por todas las células del cuerpo humano. Desde esta concepción biológica es fundamental la madurez y el equilibrio bio-químico del cerebro humano.

También pueden existir muchos traumas, inclusive de corte funcional, como el que se presenta en las primeras fases de desarrollo (0 a 2 años), donde se esculpe en el cerebro del niño el “sistema ejecutador”, en el córtex prefrontal. Este proceso fundamentalmente se encuentra reforzado a nivel neurofisiológico, a través de lo que hacen y dicen los padres, mediante una serie de prácticas de replicación de experiencias y de saberes que van construyendo todo el entramado del proceso de la cultura y la cognición humana. Allí también se forman los primeros mecanismos de equilibrio de los sistemas excitatorios e inhibitorios (homeóstasis), que son fundamentales para poder mantener en equilibrio todas aquellas sustancias químicas (neurotransmisores, neuropéptidos, neurohormonas, etc.), que inciden en los mecanismos del desarrollo.

También es necesario precisar al respecto que la actividad principal del cerebro no es hacer representaciones, sino realizar automodificaciones de orden biológico permanentemente. Sin embargo, es indispensable fomentar procesos lúdicos pedagógicos, desde el ambiente intrauterino, que estimulen la recuperación del equilibrio químico (homeostásis).

El mundo de las emociones humanas tiene una estrecha relación con el mundo de la lúdica y del juego. No obstante, cabe destacar que las emociones no sólo son impulsos, sino que se encuentran diseñadas para reforzar químicamente a la memoria a largo plazo. De hecho, En este sentido no somos más que un recipiente lleno de acontecimientos bioquímicos. Esta situación se debe a que nuestros procesos mentales (pensamientos, emociones), se transforman en moléculas, es decir, todos los procesos cognitivos, e inclusive, los psíquicos, se convierten en sustancias orgánicas que viajan por el sistema nervioso (neurotransmisores), por el sistema endocrino (neurohormonas) y por el sistema inmunológico (neuropéptidos).

De esta manera se origina un proceso de autorregulación o de equilibrio homeostático, el cual si es perturbado por una problemática de orden mental – psíquica o un proceso de estimulación de carácter negativo y reiterativo se origina la enfermedad o el trastorno del comportamiento. Refiriéndose a este hecho, Candace Pert (2005), nos dice: “Las células nerviosas que se disparan juntas, se conectan. Si practicas algo una y otra vez esas células nerviosas tienen una relación a largo plazo. Si te enojas diariamente, si te frustras diariamente, si sufres diariamente, si das motivo para la victimización en tu vida, estás reconectando y reintegrando esa red neuronal diariamente, y esa red neuronal ahora tiene una relación a largo plazo con todas esas células nerviosas que se llaman una identidad”. Recordemos que los pensamientos, las emociones y los sentimientos se encuentran construidos e interconectados en una gran red neuronal donde interactúan unos con otros.


Al respecto, la Biología nos dice que una sola célula tiene miles de receptores en el exterior y cuando un péptido* se encaja en una célula literalmente, la cual según Candace Pert actúa como una llave que encaja en una cerradura, se ubica en la superficie del receptor y se adhiere a él. Digamos que mueve al receptor, y como si fuera un timbre sonoro, envía una señal a la célula ¡es hora de divertirse! Pero cuando sucede lo contrario de la diversión, es decir, no hay producción de endorfinas, sino de adrenalina y otros neuropéptidos ligados a la angustia, a la ansiedad, a la hiperactividad, a la impulsividad, o a la depresión; todos estos receptores se llenan, por lo reiterativo de la emoción negativa y la célula sólo trabaja para superar dicho desequilibrio. Este hecho origina que no queden receptores libres para el funcionamiento normal de la célula, relacionado entre muchas otras cosas, con el campo nutricional (vitaminas, proteínas, etc.), y con el campo de eliminación de toxinas, originan la producción de patologías o las enfermedades.

Refiriéndose al papel biológico de las células neuronales Fritjof Capra nos dice: “La función principal de las neuronas es la de comunicarse entre sí, recibiendo y trasmitiendo impulsos eléctricos y químicos. Con este objeto, cada neurona desarrolla gran cantidad de filamentos finísimos que se ramifican para establecer conexiones con otras células de suerte que establecen una vasta e intrincada red de comunicación que se entreteje de manera compacta con el sistema muscular y el óseo”. (1992:340)

Las prácticas lúdicas pedagógicas (ludoterapias*), en síntesis, no sólo permiten eliminar los principales síntomas de los trastornos del comportamiento, del desarrollo y del aprendizaje, sino que afectan al organismo de una forma holística, ya que estas terapias lúdicas tienen en cuenta los problemas emocionales, las influencias del entorno, las relaciones familiares y educativas y en especial todos aquellos factores internos y externos que influyen dentro del ambiente intrauterino. La salud y la pedagogía desde este punto de vista, debe ser comprendida como un fenómeno holoárquico – multidimensional, que abarquen una serie de factores físicos, psíquicos, sociales y culturales que interactúen entre sí como un todo dinámico. Estos procesos jerárquicos de desarrollo natural suelen afectarse mutuamente y la sensación de goce, de felicidad, de placer, de euforia, de bienestar, de lúdica o de autorrealización humana se obtendrá, cuando estas cuatro dimensiones se encuentren bien equilibradas e integradas.

En conclusión, los trastornos del comportamiento, del desarrollo y del aprendizaje no pueden ser resueltos por una sola disciplina o una sola ciencia. En este sentido, problemas como el síndrome de déficit de atención con o sin hiperactividad (ADD/ADHD), autismo y otros aspectos relacionados con el lenguaje y el aprendizaje (disgrafías, agrafias, dislexias, etc.), requieren de la construcción de un nuevo paradigma holoárquico* – holístico para su abordaje terapéutico. La situación anterior, mirada desde una visión interdisciplinaria, implicaría la integración de los paradigmas: biológico (neurofisiólogos, médicos, etc.), con el paradigma de la interioridad humana (psiquiatras, psicoanalistas, entre otros), con el paradigma antropológico y sociológico (sociólogos, antropólogos, educadores, etc.).

Desde estas perspectivas propuestas se requiere de la formación de nuevos profesionales que logren integrar los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino, para que dichas problemáticas no sólo sean interpretadas como trastornos biológicos, del desarrollo de la conducta y del aprendizaje, sino como problemas que requieren ser interpretados no de una forma unidimensional por una sola ciencia, sino con un sentido de “totalidad”. En este caso se requiere la formación de nuevos profesionales para su proceso de intervención como los terapeutas lúdicos y de pedagogos holísticos para el proceso de diagnóstico y de seguimiento.


BIBLIOGRAFÍA

JIMÉNEZ VELEZ, Carlos Alberto, Pedagogía de la creatividad y de la lúdica. Santafé de Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio. 1998
JIMÉNEZ VELEZ, Carlos Alberto y otros. Escritura creativa. Pereira: Gráficas Olímpica. 1998
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. La Lúdica como experiencia cultural. Bogotá: Cooperativa Editorial del Magisterio, 1997.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Fantasías y Risas. Pereira: Gráficas Olímpica, 1995.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Juego y Cultura. Pereira: Pregón publicidad, 1994.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. El derecho a Jugar. Proyecto de Investigación sobre Etnografía semántica. (Inédito)
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Taller Cotidiano. Pereira: Fondo Rotatorio de la Gobernación de Risaralda, 1993.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Cerebro Creativo. Pereira. Gráficas Olímpicas. 1999.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Cerebro Creativo y Lúdico. Bogotá. Magisterio. 2000.
JIMÉNEZ, DINELLO, ALVARADO. Lúdica y Recreación. Bogota: Magisterio. 2000
JIMÉNEZ, DINELLO, MARROQUIN. Lúdica – cuerpo y creatividad. Bogotá. Magisterio. 2001
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Pedagogía lúdica. Armenia. Kinesis. 2001.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Neuropedagogía, lúdica y competencias. Bogotá. Magisterio. 2003
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Juego Inteligencia y Ciudad. Pereira. Universidad Libre de Colombia. 2003
JIMÉNEZ, DINELLO, ALVARADO. Juego lúdica y Recreación: Bogotá. Editorial Magisterio. 2004
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. La inteligencia Lúdica. Pereira. Editorial Magisterio. 2005
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Ludoterapias. Pereira. Editorial Magisterio Aula abierta. 2007

PAGINA WEB: www.geocities.com/ludico_pei
Mail: carlosjimenez10@hotmail.com
Mail: ludicocarlosjimenez@gmail.com
* Para Candace Pert las moléculas de la emoción son entre 60 y 70 macromoléculas formadas por aminoácidos que recorren tanto el sistema nervioso como el endocrino y el inmunológico.
E Es necesario utilizar un término como este en vez del de feto o de embrión debido a la gran cantidad de connotaciones biológicas y peyorativas que tienen estos conceptos
* En el congreso internacional sobre mente y cerebro (2006) se llegó a la conclusión de que el 20% de las enfermedades mentales eran originadas a partir de problemáticas vividas por el niño en el ambiente intrauterino.
* El cuerpo humano es básicamente una unidad orgánica compuesta de átomos de carbono, hidrógeno, oxigeno que fabrica en total unos 20 aminoácidos diferentes, para forma su estructura tanto física como ósea. El cuerpo en este sentido es una máquina productora de proteínas. Del hipotálamo surgen estas sustancias químicas llamadas péptidos que no son más que cadenas de proteínas y se reúnen entre sí, y forman los neuropéptidos y neurohormonas.
* Ludoterapias: Carlos Alberto Jiménez. Editorial Magisterios. Colección Aula Abierta. 2007
* Holarquía para Ken Wilber significa jerarquía de orden creciente de desarrollo natural, en el cual la totalidad de un determinado nivel, hace parte de la totalidad del siguiente nivel. Ejemplo: los átomos están en las moléculas, las moléculas están en las células, más no al inverso.

vision holoárquica del juego



LA INTEGRALIDAD DEL JUEGO…..UNA VISIÓN HOLOÁRQUICA

POR: Carlos Alberto Jiménez V.
Escritor e investigador
de procesos pedagógicos alternativos
alrededor de la lúdica, el juego, la creatividad
La Neuropedagogía y el desarrollo humano
www.geocities.com/ludico_pei
ludico@ulibrepei.edu.co

El juego prefigura todas las formas de la existencia humana, y a la vez les otorga sentido; desde el arte hasta todas las formas de literatura, desde las ciencias hasta las nuevas tecnologías, desde la moral hasta la ética del ser humano, desde las fases embrionarias hasta sus formas más elevadas de espiritualidad necesitan del juego como experiencia cultural.
En consecuencia, se hace necesario construir una teoría integral del juego que afronte el entramado de las interacciones y de las contradicciones que tiene los enfoques conductuales, intencionales, sociales y culturales, que abordan la problemática del juego.
Miremos donde miremos, desde el Empirismo hasta la Sicología, el Sicoanálisis, la Filosofía, la Antropología, la Sociología, notamos un continuo despliegue de enfoques verdaderos, pero parciales, en los cuales existen diferencias, similitudes y solapamientos, que se hacen necesario cartografiar para compararlos y contrastarlos.
La metodología utilizada fue la teoría holística de los cuatro cuadrantes de Ken Wilber, y que se refieren a los aspectos interiores y exteriores que tiene el ser humano, tanto en su forma individual como en sus formas colectivas.

Acerca del concepto del juego se han ocupado sicólogos, pedagogos, filósofos, antropólogos, sociólogos, recreólogos, historiadores, etc. Cada teórico lo ha abordado desde el dominio experiencial de su disciplina o ciencia implicada, pero desde visiones monológicas, reduccionistas, locales. Otros por el contrario, desde visiones holísticas, globalizantes. Sin embargo son muy pocos los planteamientos desde las relaciones entre estos dos enfoques. Al respecto Edgar Morin dice: “Los enfoques parciales, locales y regionales pierden la unidad y la globalidad, los enfoques globales o unitarios pierden las particularidades y la multiplicidad, los unos y los otros disuelven aquello que debiera unirlos, es decir, la complejidad “(Morin, 1997:95)
En este contexto es necesario comprender el significado de juego, desde las diferentes concepciones que se han tejido a través de la historia de la cultura y del conocimiento. El juego, en este sentido, puede ser entendido como un espacio asociado a la vida síquica, donde el niño al no poder suplir las demandas biológicas y sicoafectivas de su relación con su madre, entra a un mundo imaginario. En él se apropia de las reglas de la cultura (Vigotsky). También puede ser interpretado como un estado libertario sin reglas, liso y plegado (Deleuze). Como un proceso de distensión que se encuentra en la intersección del mundo exterior, con el mundo interior (Winnicott). Como algo pragmático, sometido a un fin (Dewey). Como un proceso libre, separado, incierto, improductivo, reglado y ficticio (Callois). Por otra parte, el juego es el origen mismo de la cultura, pues éste surge en forma de juego (Huizinga). Así mismo como poseedor de significantes subjetivos (Kant y Shiller), o como la seriedad sublime y la única verdadera (Hegel).

Desde otras visiones, el juego es interpretado como un proceso ideal para potenciar la lógica y la racionalidad, de acuerdo con unos estadios de desarrollo cognitivo, es decir, es un revelador mental (Piaget). También para reducir las tensiones nacidas de la imposibilidad de realizar los deseos (Freud), o para entenderlo ligado al ser, desde un plano ontológico (Gadamer). Por otra parte, para Fink el juego pertenece esencialmente a la condición óntica de la existencia humana, es un fenómeno existencial fundamental; y para Chateau, el juego contribuye a la paidea – educación. Sin embargo, para Duvignaud el juego no posee ninguna realidad objetiva, ni necesita en absoluto de ninguna doctrina para justificarse ni de reglas para perpetuarse. Los principios anteriores de una u otra forma son verdades pero parciales, que es necesario integrarlas.

En consecuencia es pertinente la elaboración de una visión integral del juego, que recoja los enfoques parciales de las teorías existentes alrededor del juego, integrando de esta forma lo que la historia del conocimiento ha fragmentado, es decir, lo conductual, lo intencional, lo cultural y lo social.


La cartografía holoárquica* sobre la visión integral del juego, que aquí se propone, se desarrolla con la teoría de los cuatro cuadrantes de Ken Wilber, donde el cuadrante superior derecho es de carácter exterior e individual y se relaciona con lo medible – observable (Empirismo – Conductismo). El cuadrante superior izquierdo corresponde a la problemática de la interioridad humana, en lo relacionado con el desarrollo evolutivo de la mente y de la conciencia (Psicología – Psicoanálisis), que a diferencia del cuadrante anterior, no es medible. El cuadrante inferior izquierdo es de carácter colectivo – interior y pertenece a las visiones que compartimos culturalmente en un determinado contexto cultural (Antropología). Por último, el cuadrante inferior derecho, también es de carácter colectivo - externo, y tiene que ver con las formas materiales e institucionales externas de una comunidad, como resultado del proceso de la intersubjetividad cultural.

CARTOGRAFÍA HOLOÁRQUICA DEL JUEGO (WILBER – JIMÉNEZ)

Nota: Las cartografías sobre juego, lúdica y visión integral de la vida, pueden ser consultados en los siguientes libros del autor: Neuropedagogía lúdica y competencias, Editorial Magisterio. Lúdica y Creatividad, Editorial Magisterio. Juego Inteligencia y Ciudad, Editorial Postergraf.

VISIÓN HOLOÁRQUICA DEL CUADRANTE CONDUCTUAL (EXTERNO – INDIVIDUAL)
¿Qué sucede en el cerebro cuando jugamos?

Desde el punto de vista educativo el cerebro humano, debe ser entendido como un órgano social que puede ser modificado por la intervención humana. Cuando un sujeto juega a nivel empírico, en su cerebro se desencadena la producción de una serie de neurotransmisores, como las encefalinas y las endorfinas. Estas reducen en el ser humano la tensión, produciendo una situación de distensión neuronal que genera calma, tranquilidad, bienestar. Estado éste muy propicio para el acto creador. En estas circunstancias las neuronas del cerebro se encuentran paradójicamente en reposo y en caos, es decir, están interconectadas o en estado latente para múltiples asociaciones, pero de una forma diferente de cuando el ser humano se encuentra frente a un determinado problema social o de tipo cognitivo, en donde las neuronas se acumulan caóticamente en una determinada zona. En el juego por el contrario, el cerebro descansa porque se halla sumergido en un estado de distensión o de neutralidad, en el cual las excitaciones e inhibiciones del sistema nervioso están en sintonía y sincronía con el momento de creación. De esta forma el juego es un proceso de distensión neuronal que invita al goce, al placer, a la felicidad, al sueño, a la incertidumbre, al sin sentido para que el caos mismo comience su proceso natural de auto organización. Briggs y Peat, afirman: “La teoría del caos nos enseña que cuando nuestra perspectiva psicológica cambia - mediante los momentos de amplificación y bifurcación -, nuestros grados de libertad se expanden y experimentamos la verdad y el ser: entonces somos creativos, y allí se revela nuestro verdadero yo” (Citado por Jiménez 2000:27).

A nivel cerebral también la dopamina actúa sobre el sistema nervioso. Así origina una alta motivación física en donde los músculos reaccionan automáticamente al impulso lúdico del juego, de una forma natural e instintiva. Lo anterior fortalece la memoria corporal y muscular del sujeto que juega. De esta forma permite repetir con eficiencia y precisión todo tipo de movimientos ligados al tipo de juego que el sujeto práctica cotidianamente. Cuando la dopamina se produce con exceso, se crean en muchos casos alucinaciones y fantasías que acompañan a los juegos mentales. Por consiguiente estos neurotransmisores son básicos para la creación de nuevos seres fantásticos a nivel de la creatividad humana. Por otra parte el estrés también se elimina por la producción de serotonina que reduce la ansiedad y regula el estado de ánimo del jugador. Por último, también se produce acetilcolina que favorece los estados de atención, aprendizaje y memoria, que son fundamentales para la plasticidad cerebral. (Aprendizaje)


VISIÓN HOLOÁRQUICA DEL CUADRANTE DE LA INTERIORIDAD HUMANA (INTERNO – INDIVIDUAL)
¿Dónde estamos cuando jugamos?

En este cuadrante subjetivo, al igual que en los otros, cada nivel trasciende, pero incluye a sus predecesores, es decir, cada uno contiene lo esencial de los niveles anteriores, pero le agrega sus propias características distintivas. Este cuadrante se refiere a la profundidad interna que es la conciencia misma del sujeto, que no es mensurable como el cuadrante conductual.

Lo primero que un sujeto experimenta cuando se enfrenta al juego es un gran goce, o felicidad, acompañada de una pulsión exploratoria que actúa sobre la motivación misma del sujeto. De esta forma se origina pensamientos internos que son de una gran capacidad simbólica, producto del lenguaje y de la reflexión que tiene el ser humano cuando aborda ambientes lúdicos llenos de signos, emociones, imágenes, representaciones, deseos, etc, de acuerdo a su estadio de desarrollo cognitivo. Esto sucede dentro de la esfera síquica humana, en donde las emociones y el pensamiento son fundamentales para comprender el juego dentro de la zona de distensión propuesta por Donald Winnicott, en la que según este pediatra Inglés: “El juego no es una cuestión de realidad psíquica interna ni de realidad exterior, y por consiguiente, el juego no está adentro ni afuera, sino que es un espacio límite, que no está interno ni externo. Es una zona de distensión, en cuanto que las otras dos están sometidas a las necesidades propias del mundo instintivo (la interna) o a las presiones del mundo social (lo externo). Esta característica de zona neutral la hace incierta, lo que allí ocurre depende de la creación, de las leyes que imponen las mismas acciones en que se desenvuelve el juego”. (Citado por Velásquez: 1993:81)


El juego a nivel síquico no se puede caracterizar como mera diversión, capricho o forma de evasión. Este es el requisito principal del desarrollo psicoafectivo, cognitivo, moral, ético y el principio de todo descubrimiento y creación. Como proceso ligado a las emociones contribuye a fortalecer el desarrollo cognitivo, ya que la neocorteza (racionalidad), surge evolutivamente del sistema límbico (emocionalidad). Por otra parte, como práctica creativa e imaginaria, permite que la conciencia se abra a otras formas del ser, originando un aumento de la gradualidad de la misma. De esta forma, a mayor conciencia lúdica*, mayor posibilidad de comprenderse a sí mismo y comprender el mundo desde una visión ética. Todo juego es lúdico, pero la lúdica no debe restringirse a la pragmática de la didáctica del juego. La lúdica como experiencia cultural es una actitud, una predisposición del ser frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la vida, de relacionarse con ella, en “espacios” y “ambientes” en donde se produce interacción, entretenimiento, disfrute, felicidad, acompañados de la distensión que generan actividades simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, la escritura, el arte, el descanso, la estética, el baile, el amor, el afecto, las ensoñaciones, la palabrería, e inclusive todos aquellos actos cotidianos como “mirar vitrinas”, “pararse en las esquinas”, “sentarse en una banca”. Es necesario aclarar al respecto que el elemento común de estas prácticas culturales, es que en la mayoría de los casos, el juego actúa sin más recompensa que la gratitud y la felicidad que producen dichos eventos. De igual forma el juego en sí mismo permite producir un estado de libertad en el cual el sujeto se abandona al sentido, al sin sentido, a la imaginación, a la fantasía, a la tensión, a la incertidumbre, a la divagación, a la ensoñación y a la alegría sin límite.

Las visiones del mundo desde este cuadrante no sólo proporcionan valores diferentes, sino también diversas formas a nivel evolutivo de los mecanismos que utiliza el ser humano cuando se apropia de los diversos juegos. En este sentido cabría preguntarse: ¿Qué puede jugar un niño, cuando sólo dispone de sensaciones e impulsos? (visión arcaica). A diferencia de un niño que tiene evolutivamente la capacidad de diferentes desempeños visuales acompañados del uso de símbolos (Visión mágica). Por otra parte, a medida que va evolucionando cognitivamente, adquiere el uso de las reglas y de los roles de una cultura (visión mítica). De esta forma, si las condiciones educativas, sociales y culturales son adecuadas logrará evolucionar a estadios superiores de desarrollo operacional (Visión lógica), en los cuales ya existen capacidades a nivel del neocortex pre-frontal, para dirigir y efectuar operaciones mentales. Así mismo el sujeto adquiere la capacidad de poner las cosas en distintos contextos, originando de esta forma el desarrollo de la inteligencia de alto nivel para poderse desenvolver en entornos cambiantes (competencias). Entonces, sí no se comprende el significado que tiene el juego en el desarrollo humano, desde una visión integral, holoárquica y evolutiva, es muy difícil una aplicación didáctica del juego, puesto que el juego escapa a toda intención evaluativa y utilitaria.

VISIÓN HOLOÁRQUICA DE LOS CUADRANTES SOCIALES Y CULTURALES (INTERNO EXTERNO COLECTIVO)
¿Por qué necesitamos el juego y qué produce?

Los pensamientos internos – subjetivos que tiene el sujeto al decidir jugar, sólo tienen sentido o significado, dentro de un determinado contexto cultural. De esta forma para comprender el juego, como experiencia cultural debemos tener en cuenta los diferentes contextos en que se realizan sus prácticas y que, cuantos más contextos culturales y sociales atraviesen el juego, más rico y productivo será el uso del juego. Para Ken Wilber: “lo cultural se refiere al conjunto de significados, valores e identidades interiores que compartimos con quienes participan de una comunidad similar a la nuestra, ya se trate de una comunidad tribal, de una comunidad nacional o de una comunidad mundial (Wilber: 1998:115). Así los pensamientos lúdicos del sujeto, no brotan de la cabeza procedente de la nada, sino que se requiere una determinada cultura, para hacerlo, ya que el cerebro humano aislado de la cultura no produce pensamientos lingüísticos.

El juego como experiencia cultural y social no se encuentra determinado por objetivos ni finalidades externas. De ahí su dificultad de volverlo didáctico. Para Gadamer, la racionalidad existente en el juego es muy especial, ya que es una racionalidad libre de finalidades externas y cuyo fin es inmanente. De esta forma el juego sirve para desarrollar al ser humano en toda su dimensionalidad interna – subjetiva – síquica, a diferencia del deporte que en muchos casos sólo es ejercicio que estimula los músculos, al ego y al hedonismo. Para Marcela Madrid: “El modo de ser del juego no está determinado por fines externos, el jugar para algo…. pero tampoco por la subjetividad del que juega; es decir, el juego al poseer una esencia propia, no depende del jugador, adquiere una cierta autonomía. El modo de ser del juego es automovimiento y pura realización del movimiento, es autorrepresentación” (Madrid Gómez, 1998:3). De igual forma para Gadamer: “Es la autorrepresentación del juego la que hace que el jugador logre al mismo tiempo la suya propia jugando a algo, esto es representándolo. El juego humano sólo puede hallar su tarea en la representación, porque jugar es siempre ya un representante” (Gadamer, 1991:151)

Los pensamientos propios del mundo de la lúdica sólo pueden existir en el contexto de un amplio repertorio de saberes, de prácticas, de lenguajes y de significados culturales, que necesariamente tienen sus correlación, con la esfera social (cuadrante inferior derecho), que se refiere específicamente a los componentes materiales de la sociedad, y para nuestro caso tiene que ver con el mundo de los objetos lúdicos (juegos - juguetes), y a las instituciones lúdicas (sitios de recreación-ludotecas-bebetecas), con los códigos y pautas escritas (cuentos, fábulas, poesía, ensayos, etc).

En conclusión, el sistema social que produce el juego es determinante en la visión cultural del mundo, el cual hace parte necesariamente de los pensamientos individuales a nivel interno. Estos tienen su dependencia biológica con los correlatos de la fisiología cerebral. Para Ken Wilber: “El hecho es que todos lo cuadrantes están relacionados entre sí, todos son mutuamente determinantes, todos son causa y, a su vez, efecto de los otros tres (Wilber 1998:121).

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
GADAMER, Hans – George (1991). La actualidad de lo bello. Paidós. Barcelona.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto (2000). Cerebro Creativo y Lúdico. Cooperativa editorial Magisterio. Bogota. Colombia. Pág. 136
MADRID GÓMEZ, Marcela (1998). Una posibilidad lúdica del fundamento. Ponencia del Encuentro regional de estudiantes de filosofía “El problema del fundamento”. Santiago de Querétaro.
MORÍN, Edgar. El método. El conocimiento del Conocimiento. Madrid. 1994 Pág. 95 - 105
VELÁSQUEZ, Enrique (1993). Preguntar la escuela. Bogota: Guadalupe. Pág. 81
WILBER, Ken (1998). Breve historia de las cosas. Barcelona: Kairós Pág. 46

OTRAS REFERENCIAS SUGERIDAS:
Con respecto a la concepción de lúdica, juego y Neuropedagogía véanse los libros del autor:

JIMÉNEZ VELEZ, Carlos Alberto, Pedagogía de la creatividad y de la lúdica. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio. 1998 Pág. 165
JIMÉNEZ VELEZ, Carlos Alberto y otros. Escritura creativa. Pereira: Gráficas Olímpica. 1998
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. La Lúdica como experiencia cultural. Bogotá: Cooperativa Editorial del Magisterio, 1997.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Fantasías y Risas. Pereira: Gráficas Olímpica, 1995.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Juego y Cultura. Pereira: Pregón publicidad, 1994.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. El derecho a Jugar. Proyecto de Investigación sobre Etnografía semántica. (Inédito)
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Taller Cotidiano. Pereira: Fondo Rotatorio de la Gobernación de Risaralda, 1993.
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Cerebro Creativo. Pereira. Gráficas Olímpicas. 1999.
JIMÉNEZ, DINELLO, ALVARADO. Lúdica y Recreación. Bogota: Magisterio. 2000. Pág. 88- 109
JIMÉNEZ, VELEZ, Carlos Alberto. Neuropedagogía, lúdica y competencias. Magisterios. 2003.

* Para Ken Wilber la holoarquía es un jerarquía natural de totalidad creciente, en la que la totalidad de un determinado nivel de la jerarquía forma parte de la totalidad propia del siguiente nivel. Ejemplo: Las partículas, hacen parte de los átomos, los átomos hacen parte de las moléculas, etc. Estas jerarquías evolutivas se pueden construir en cada uno de los cuadrantes de la cartografía para tener una visión holística de la problemática del juego.
*La conciencia lúdica como un proceso de auto expresión ligado al juego comprende todo tipo de actividades libres, naturales y espontáneas del cuerpo del niño. De esta forma es mucho más sensible a un mayor número de sensaciones corporales que el adulto, pues su libido está regada por todo el cuerpo. Lo que sucede es que dicho proceso en el niño no se encuentra todavía ligado al pensamiento y emociones de base cognitiva. (citado por Jiménez 2001:126)
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jueves, 5 de julio de 2007

hoja de vida

DATOS DEL AUTOR


CARLOS ALBERTO JIMENEZ V. ( Colombia)
Magíster en Comunicación y Educación egresado de la Universidad Tecnológica de Pereira. Escritor e innovador de procesos Pedagógicos alternativos alrededor de la creatividad y la lúdica.
Durante el transcurso de su vida como investigador ha recibido las siguientes condecoraciones:
Medalla “Jorge Roa Martínez” Impuesta por el Gobernador de Risaralda el 14 de mayo de 1999 .
Medalla “Rafael Uribe Uribe” 1997.
Placa de Reconocimiento de la Asociación Internacional por el Derecho a Jugar
IPA-1999.
Mención de Honor en el Premio Nacional de Investigación Educativa
Del Convenio Andrés Bello –mayo 2000

Actualmente se desempeña como profesor asociado de la Facultad de Ciencias Económicas, Contables y Comerciales de la Universidad Libre Seccional Pereira. Y director de la Innovación Educativa del complejo la Julita(Ciencia Tecnología-Creatividad y Desarrollo Humano).
También ha sido catedrático en los postgrados de las Universidades: La Gran Colombia y Antonio Nariño. Ha sido asesor de los proyectos pedagógicos de varias universidades del país e invitado como conferencista en varios encuentros internacionales
Entre sus libros publicados se encuentran:
Taller Cotidiano.(1993) Obra seleccionada por el Convenio Andrés Bello y ganadora del Concurso de Innovaciones Educativas del Departamento de Risaralda.
Juego y Cultura (1994). Primer premio del Concurso de Colección de Escritores del Risaralda.
Fantasías y Risas (1995).Obra ganadora del Concurso de Escritores Pereiranos, modalidad ensayo.
La Lúdica como Experiencia Cultural (1996). Publicado por la Cooperativa Editorial del Magisterio. Colección Mesa Redonda.
El Derecho a Jugar (1997). Publicado por C.D.B.
Pedagogía de la Creatividad y de la Lúdica (1998) Cooperativa Editorial del Magisterio. Colección Mesa Redonda.
Escritura Creativa (1998). Gráficas Olímpica.
Cerebro Creativo (1999) Editorial Gráficas Olímpicas
Cerebro Creativo y Lúdico(2000)Cooperativa Editorial del Magisterio.Colección Aula Abierta
Lúdica y Recreación(2000)Editorial Magisterio-Aula Alegre
Lúdica Cuerpo y Recreación (2000) Editorial Magisterio- Aula Abierta
Pedagogía Lúdica (2001) Editorial Kinésis
HOJA DE VIDA
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la estimulacion intrauterina


LA ESTIMULACIÓN INTRAUTERINA


Carlos Alberto Jiménez V.[i]

Actualmente en Estados Unidos y Japón, existen universidades que le dan mucha importancia a la educación embriónica; éstas se encargan de ofrecer programas completos de estimulación temprana, como parte de la preparación que deben tener las familias que van a recibir a su nuevo hijo. La idea de una estimulación intrauterina no es nueva, desde hace siglos las madres les han susurrado y cantado canciones de cuna a sus estómagos embarazados.

La ciencia, ha demostrado que la música estimula las zonas creativas y motivadoras del cerebro. El feto es sensible a la voz de su madre, especialmente a su timbre emocional, también se ha podido demostrar que es muy sensible a la música. Las investigaciones de las Unidades Siquiátricas de las universidades de Columbia y Nueva York han podido comprobar los grandes efectos que tiene la voz de la madre sobre el ritmo cardiaco del feto (disminuye). El niño responde al tono y al patrón general de la voz de la madre (Aunque el sonido cambia al entrar en contacto con el liquido amniótico). Por otra parte la música de Mozart y de Vivaldi también estabiliza el ritmo cardíaco y el feto deja de patalear. No obstante con la música rock sucede todo lo contrario.

Las emociones intensas de la madre relacionadas con la felicidad, la gratitud y la aceptación de su estado, producen cambios en las hormonas y en los neurotransmisores (dopamina, serotonina), que afectan al feto. Las hormonas de felicidad segregadas por una madre, especialmente cuando le habla a su vientre, son suficientes para que el ambiente intrauterino se vuelva un medio ideal y efectivo para maximizar el desarrollo cerebral.

A la cuarta semana de desarrollo intrauterino, comienza en el feto la formación del sistema nervioso, al quinto mes ya contiene el número de células nerviosas que constituyen este sistema. Después de los dos meses, comienza en el cerebro ( que ya mide un centímetro y medio de largo), la formación de la corteza cerebral. En esta fase ya se pueden distinguir los dos hemisferios cerebrales (izquierdo-derecho). Alrededor de los cinco meses, el tamaño del cerebro es de 5 centímetros, es de aclarar que todavía es liso en su corteza, pero ha adquirido la configuración fundamental y básica que mantendrá durante todo el desarrollo hasta la muerte.

En consecuencia, se hace necesario tener un conocimiento mínimo de lo que sucede en el cerebro del niño, para poder hacer intervenciones didácticas diferentes a la música y a la voz. También es fundamental que en el contexto familiar se proporcionen ambientes lúdicos facilitantes para el desarrollo de la integralidad humana.
[i] * Escritor e investigador pereirano E-mail: ludico@ulibrepei.edu.co
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