viernes, 6 de julio de 2007

LA LÚDICA Y EL DESARROLLO DEL SER DESDE EL VIENTRE MATERNO


LA LÚDICA Y EL DESARROLLO DEL SER DESDE EL VIENTRE MATERNO
Carlos Alberto Jiménez V.

A manera de Síntesis:

La lúdica como experiencia cultural es una dimensión transversal que atraviesa toda la vida, no son prácticas, no son actividades, no es una ciencia, ni una disciplina, ni mucho menos una nueva moda, sino que es algo inherente al desarrollo humano en toda su dimensionalidad psíquica, social, cultural y biológica. Desde esta perspectiva la lúdica está ligada a la cotidianidad, en especial, a la búsqueda del sentido de la vida.

Las experiencias lúdicas son una serie de actitudes y de predisposiciones que atraviesan toda la corporalidad humana. Son procesos mentales, biológicos, espirituales que actúan como transversales fundamentales en el desarrollo humano. En síntesis son cascadas de moléculas de la emoción* que producen una serie de afectaciones cuando interactuamos espontáneamente con el otro.

La lúdica es una forma de estar en la vida, de relacionarse con ella, en “espacios” y “ambientes” en los que se produce interacción, entretenimiento, disfrute, goce y felicidad, acompañados de la distensión que generan actividades simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, la escritura, el arte, el descanso, la estética, el baile, el amor, el afecto, las ensoñaciones, la palabrería. Inclusive todos aquellos actos cotidianos como “mirar vitrinas”, “pararse en las esquinas”, “sentarse en una banca”, son también lúdicos. Es necesario aclarar al respecto que el elemento en común de estas prácticas culturales, es que en la mayoría de los casos, actúan sin más recompensa que la gratitud y la felicidad que producen dichos eventos. Es en este sentido cuando la mayoría de los juegos son lúdicos, pero la lúdica no sólo se reduce al juego.

Las prácticas lúdicas como el juego y la sexualidad humana es donde mayor secreción de sustancias endógenas como las endorfinas se produce. Estas moléculas mensajeras, según la Neurociencia, se encuentran asociadas al placer, al goce, a la felicidad, a la euforia, procesos que hacen parte esencial de la búsqueda del sentido de la vida por parte del hombre.

Los procesos lúdicos del ser humano se inician desde el ambiente intrauterino, específicamente a partir de sus fases embrionarias las cuales se inician cuando el feto juega con el cordón umbilical, con sus manos, con el ritmo de su cuerpo, cuando patalea al unísono con la voz de la madre. Al respecto, las evidencias también sugieren que se ríe en forma espontánea.

Por otra parte, es necesario aclarar que los vínculos afectivos entre la madre, el padre y el feto deben comenzar desde el nicho intrauterino, a través de los susurros del lenguaje cuando la madre le habla al vientre, le canta o le narra cuentos. A pesar de que el oído del niño se desarrolla después de la semana veinticuatro, el “niño intrauterino*” desde su fase embrionaria tiene la posibilidad de sentir diferentes sonidos a través de todo su cuerpo, ya que la médula espinal sirve de puente entre los nervios auditivos (en proceso de maduración), y todo el cuerpo humano. Este proceso se desarrolla a través de todas las moléculas de la emoción que invaden la totalidad física y psíquica del niño.

Otros sonidos que estimulan enormemente el desarrollo cerebral del feto se refieren, entre otros, a los siguientes: sonidos peristálticos del intestino de la madre, sonidos del fluir del oxígeno de los pulmones de la madre, sonidos del movimiento del agua salada del líquido amniótico, sonidos del exterior. Si no existen este tipo de estimulaciones físicas y de procesos afectivos entre la madre y el niño intrauterino, no habrá maduración de los circuitos neuronales y emocionales, produciendo un trauma a nivel del sistema inmunológico – endocrino y nervioso, el cual repercutirá necesariamente en trastornos del comportamiento y el desarrollo, y daños neurofisiológicos que pueden originar muchos problemas de origen mental.*

En este orden de ideas podríamos afirmar que la secreción neurohormonal excesiva de la madre embarazada (depresión, ansiedad, malos hábitos, etc.) produce un “niño intrauterino” cuyo sistema nervioso autónomo se encuentra sobrecargado, de sustancias endógenas y exógenas, originando de cierta forma un organismo demasiado propenso a las dificultades de la hiperactividad y del aprendizaje. Estos problemas del desarrollo y del comportamiento pueden ser desencadenados por acontecimientos externos, especialmente en las primeras fases del desarrollo humano, ya que existen alteraciones de la química cerebral y corporal, debido a los neuropéptidos (moléculas de la emoción), no sólo son producidos por el cerebro humano, sino por todas las células del cuerpo humano. Desde esta concepción biológica es fundamental la madurez y el equilibrio bio-químico del cerebro humano.

También pueden existir muchos traumas, inclusive de corte funcional, como el que se presenta en las primeras fases de desarrollo (0 a 2 años), donde se esculpe en el cerebro del niño el “sistema ejecutador”, en el córtex prefrontal. Este proceso fundamentalmente se encuentra reforzado a nivel neurofisiológico, a través de lo que hacen y dicen los padres, mediante una serie de prácticas de replicación de experiencias y de saberes que van construyendo todo el entramado del proceso de la cultura y la cognición humana. Allí también se forman los primeros mecanismos de equilibrio de los sistemas excitatorios e inhibitorios (homeóstasis), que son fundamentales para poder mantener en equilibrio todas aquellas sustancias químicas (neurotransmisores, neuropéptidos, neurohormonas, etc.), que inciden en los mecanismos del desarrollo.

También es necesario precisar al respecto que la actividad principal del cerebro no es hacer representaciones, sino realizar automodificaciones de orden biológico permanentemente. Sin embargo, es indispensable fomentar procesos lúdicos pedagógicos, desde el ambiente intrauterino, que estimulen la recuperación del equilibrio químico (homeostásis).

El mundo de las emociones humanas tiene una estrecha relación con el mundo de la lúdica y del juego. No obstante, cabe destacar que las emociones no sólo son impulsos, sino que se encuentran diseñadas para reforzar químicamente a la memoria a largo plazo. De hecho, En este sentido no somos más que un recipiente lleno de acontecimientos bioquímicos. Esta situación se debe a que nuestros procesos mentales (pensamientos, emociones), se transforman en moléculas, es decir, todos los procesos cognitivos, e inclusive, los psíquicos, se convierten en sustancias orgánicas que viajan por el sistema nervioso (neurotransmisores), por el sistema endocrino (neurohormonas) y por el sistema inmunológico (neuropéptidos).

De esta manera se origina un proceso de autorregulación o de equilibrio homeostático, el cual si es perturbado por una problemática de orden mental – psíquica o un proceso de estimulación de carácter negativo y reiterativo se origina la enfermedad o el trastorno del comportamiento. Refiriéndose a este hecho, Candace Pert (2005), nos dice: “Las células nerviosas que se disparan juntas, se conectan. Si practicas algo una y otra vez esas células nerviosas tienen una relación a largo plazo. Si te enojas diariamente, si te frustras diariamente, si sufres diariamente, si das motivo para la victimización en tu vida, estás reconectando y reintegrando esa red neuronal diariamente, y esa red neuronal ahora tiene una relación a largo plazo con todas esas células nerviosas que se llaman una identidad”. Recordemos que los pensamientos, las emociones y los sentimientos se encuentran construidos e interconectados en una gran red neuronal donde interactúan unos con otros.


Al respecto, la Biología nos dice que una sola célula tiene miles de receptores en el exterior y cuando un péptido* se encaja en una célula literalmente, la cual según Candace Pert actúa como una llave que encaja en una cerradura, se ubica en la superficie del receptor y se adhiere a él. Digamos que mueve al receptor, y como si fuera un timbre sonoro, envía una señal a la célula ¡es hora de divertirse! Pero cuando sucede lo contrario de la diversión, es decir, no hay producción de endorfinas, sino de adrenalina y otros neuropéptidos ligados a la angustia, a la ansiedad, a la hiperactividad, a la impulsividad, o a la depresión; todos estos receptores se llenan, por lo reiterativo de la emoción negativa y la célula sólo trabaja para superar dicho desequilibrio. Este hecho origina que no queden receptores libres para el funcionamiento normal de la célula, relacionado entre muchas otras cosas, con el campo nutricional (vitaminas, proteínas, etc.), y con el campo de eliminación de toxinas, originan la producción de patologías o las enfermedades.

Refiriéndose al papel biológico de las células neuronales Fritjof Capra nos dice: “La función principal de las neuronas es la de comunicarse entre sí, recibiendo y trasmitiendo impulsos eléctricos y químicos. Con este objeto, cada neurona desarrolla gran cantidad de filamentos finísimos que se ramifican para establecer conexiones con otras células de suerte que establecen una vasta e intrincada red de comunicación que se entreteje de manera compacta con el sistema muscular y el óseo”. (1992:340)

Las prácticas lúdicas pedagógicas (ludoterapias*), en síntesis, no sólo permiten eliminar los principales síntomas de los trastornos del comportamiento, del desarrollo y del aprendizaje, sino que afectan al organismo de una forma holística, ya que estas terapias lúdicas tienen en cuenta los problemas emocionales, las influencias del entorno, las relaciones familiares y educativas y en especial todos aquellos factores internos y externos que influyen dentro del ambiente intrauterino. La salud y la pedagogía desde este punto de vista, debe ser comprendida como un fenómeno holoárquico – multidimensional, que abarquen una serie de factores físicos, psíquicos, sociales y culturales que interactúen entre sí como un todo dinámico. Estos procesos jerárquicos de desarrollo natural suelen afectarse mutuamente y la sensación de goce, de felicidad, de placer, de euforia, de bienestar, de lúdica o de autorrealización humana se obtendrá, cuando estas cuatro dimensiones se encuentren bien equilibradas e integradas.

En conclusión, los trastornos del comportamiento, del desarrollo y del aprendizaje no pueden ser resueltos por una sola disciplina o una sola ciencia. En este sentido, problemas como el síndrome de déficit de atención con o sin hiperactividad (ADD/ADHD), autismo y otros aspectos relacionados con el lenguaje y el aprendizaje (disgrafías, agrafias, dislexias, etc.), requieren de la construcción de un nuevo paradigma holoárquico* – holístico para su abordaje terapéutico. La situación anterior, mirada desde una visión interdisciplinaria, implicaría la integración de los paradigmas: biológico (neurofisiólogos, médicos, etc.), con el paradigma de la interioridad humana (psiquiatras, psicoanalistas, entre otros), con el paradigma antropológico y sociológico (sociólogos, antropólogos, educadores, etc.).

Desde estas perspectivas propuestas se requiere de la formación de nuevos profesionales que logren integrar los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino, para que dichas problemáticas no sólo sean interpretadas como trastornos biológicos, del desarrollo de la conducta y del aprendizaje, sino como problemas que requieren ser interpretados no de una forma unidimensional por una sola ciencia, sino con un sentido de “totalidad”. En este caso se requiere la formación de nuevos profesionales para su proceso de intervención como los terapeutas lúdicos y de pedagogos holísticos para el proceso de diagnóstico y de seguimiento.


BIBLIOGRAFÍA

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JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. La inteligencia Lúdica. Pereira. Editorial Magisterio. 2005
JIMÉNEZ VÉLEZ, Carlos Alberto. Ludoterapias. Pereira. Editorial Magisterio Aula abierta. 2007

PAGINA WEB: www.geocities.com/ludico_pei
Mail: carlosjimenez10@hotmail.com
Mail: ludicocarlosjimenez@gmail.com
* Para Candace Pert las moléculas de la emoción son entre 60 y 70 macromoléculas formadas por aminoácidos que recorren tanto el sistema nervioso como el endocrino y el inmunológico.
E Es necesario utilizar un término como este en vez del de feto o de embrión debido a la gran cantidad de connotaciones biológicas y peyorativas que tienen estos conceptos
* En el congreso internacional sobre mente y cerebro (2006) se llegó a la conclusión de que el 20% de las enfermedades mentales eran originadas a partir de problemáticas vividas por el niño en el ambiente intrauterino.
* El cuerpo humano es básicamente una unidad orgánica compuesta de átomos de carbono, hidrógeno, oxigeno que fabrica en total unos 20 aminoácidos diferentes, para forma su estructura tanto física como ósea. El cuerpo en este sentido es una máquina productora de proteínas. Del hipotálamo surgen estas sustancias químicas llamadas péptidos que no son más que cadenas de proteínas y se reúnen entre sí, y forman los neuropéptidos y neurohormonas.
* Ludoterapias: Carlos Alberto Jiménez. Editorial Magisterios. Colección Aula Abierta. 2007
* Holarquía para Ken Wilber significa jerarquía de orden creciente de desarrollo natural, en el cual la totalidad de un determinado nivel, hace parte de la totalidad del siguiente nivel. Ejemplo: los átomos están en las moléculas, las moléculas están en las células, más no al inverso.

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